Las Civilizaciones de Mesopotamia (Segunda parte)

Los Sumerios. 

Hacia el año 3500 a.C. Mesopotamia fue invadida y habitada por un pueblo que se llamaba a sí mismo Sumer. La cultura sumeria se organizó en ciudades-Estado, entre los cuales podemos mencionar: Ur, Uruk, Lagash y Kish. Cada ciudad-Estado tenía sus propios gobernantes y sus propias leyes y todas vivían en permanentes disputas por los recursos naturales de la región. Las ciudades estaban amuralladas y la vida se desarrollaba alrededor del templo y del palacio. 
El primer monarca del que tenemos conocimiento es Melisan, quien gobernó la ciudad de Kish hacia el 2600 a.C. Pero fue Eannatum, en el 2500 a.C., quien unificó a sumeria, conquistando militarmente todas las ciudades a su alrededor. Bajo su reinado, la ciudad de Lagash alcanzó su esplendor y se convirtió en el centro político sumerio. 


Imagen alusiva a la cultura Sumeria 



El Imperio Acadio. 

Hacia el año 2350 a.C., un pueblo nómada que había llegado progresivamente a Mesopotamia, aprovecho las rivalidades de las ciudades-Estados sumerias y las conquistó, liderado por su rey Sargón I. Este pueblo se conoce como Acadio y es considerado el primer imperio semita. Su sucesor, Naramsin, se hizo llamar "primer rey de las cuatro esquinas", es decir, del mundo conocido hasta ese momento, y elevó su estatus al de un dios. El imperio acadio decayó en el año 2125 a.C., debido a las invasiones de los pueblos del noreste de Mesopotamia, conocidos como Guti o dragones de la montaña.
   

Imagen alusiva a la ubicación del imperio Acadio



El Imperio Babilónico. 

A las invasiones de los Guti se sumaron, un siglo después, las de otros pueblos semitas como los amorreos, quienes fundaron una nueva ciudad conocida como Babilonia, en el 1900 a.C. 
La integración con los amorreos trajo como consecuencia la unificación cultural de la región, entre las tradiciones de la cultura sumerio-acadia y la amorrita. La ciudad de Babilonia se hizo importante durante el reinado de Hammurabi entre 1792-1748 a.C., quien elaboró un código de leyes conocido como el código Hammurabi, que se regia en todos sus dominios. Este código es uno de los conjuntos de leyes más antiguos que se han encontrado. Esta tallado en una estela de piedra. 
El fin del imperio babilónico llegó en el año 1531 a.C., cuando el rey hitita Musil I invadió a Mesopotamia aprovechando su inestabilidad interna. 


Imagen alusiva al código Hammurabi



El Imperio hitita.

El pueblo hitita era de origen indoeuropeo y provenía de la península de Anatolia, en lo que hoy es Turquía. El comienzo de su poderío puede establecerse con la fundación de la ciudad de Hatussa en el siglo XVIII a.C. Más adelante, entre los siglos XV y XII a.C., los hititas fundaron un extenso imperio que comprendía Chipre, Siria y Mesopotamia. Esto generó rivalidades con el Imperio egipcio por el control de Siria, rivalidad que tuvo su punto máximo a finales del siglo XIII a.C. El imperio hitita comenzó a desintegrarse debido a los ataques de los pueblos aqueos y frigios y, para el 1200 a.C., los hititas habían desaparecido completamente. 


Imagen de un dibujo alusivo a los guerreros hititas
   

Los hititas fueron la primera civilización en usar el hierro, cuya producción fue guardada en secretos durante siglos. Sin embargo, al caer su Imperio y dispersarse sus artesanos, su tecnología se difundió por todo el Creciente Fértil. La gran resistencia de este metal permitió mejorar la fabricación de armas y carros de guerras, así como de herramientas agrícolas y utensilio domésticos.        




Fuente bibliográfica. 
  
Libro: "los caminos del saber", sociales 6°. Editorial Santillana. 2013. Pg. 129.

Pagina web: www.santillanaplus.com.co




El Imperio persa. 

Los medos y los persas eran pueblos pastores de origen indoeuropeo que se ubicaron en la meseta del actual Irán ( al norte los medos, al sur los persas). Ambos pueblos vivían de modo independiente hasta que, en el siglo VI a.C., el rey persa Ciro II el grande, derrotó a Astiages, el rey de los medos y se coronó soberano de ambos pueblos. 



A partir de ese momento, se dio un proceso de expansión del Imperio persa, el cual llegó a tener territorios desde India hasta Egipto. Su máximo rey fue Darío I (521-486 a.C.), quien conquistó parte de los Balcanes e intentó hacerse con las ciudades-Estado griegas. 
El choque entre los persas y las ciudades griegas fue resuelto miliarmente por medio de un conjunto de combates conocido con el nombre de las guerras médicas (499-492 a.C.). Estas fueron causadas por las ambiciones del Imperio persa de poner bajo su dominio algunas ciudades-Estados griegas de Asia menor. 
El conflicto fue ganado por los griegos, gracias a su superioridad estratégica y a las divisiones internas del Imperio persa. 


      
El Imperio persa se dividió en 20 provincias denominadas satrapías, las cuales, estaban al mando del gobernadores o sátrapas que se encargaban de pagar el tributo al gobierno central. Crearon una importante red de caminos y una fuerza militar permanente para tener una eficaz control territorial sobre los pueblos conquistados. 
El imperio persa desapareció en el reinado de Darío III quien, a pesar de resistir diez años campañas y guerras del ejercito macedonio, termino siendo derrotado por el liderazgo militar de Alejandro Magno.    


Fuente bibliográfica. 
  
Libro: "los caminos del saber", sociales 6°. Editorial Santillana. 2013. Pg. 130.

Pagina web: www.santillanaplus.com.co





















     

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